Seguramente ya conoces el origen del bitcoin (y si no, lee esto). Pero el bitcoin no sólo fue una criptodivisa. También fue una gran idea.
Y como todas las grandes ideas, más aún cuando se basan en filosofías como la del software libre y el código abierto, pronto fue replicada.
Mucha gente empezó a crear sus propias criptodivisas. Algunas serían meras copias. Otras irían más allá, intentando aportar variaciones útiles, mejoras y nuevas ideas que les daban valor añadido.
A todas esas criptodivisas alternativas al bitcoin las conocemos genéricamente como altcoins, y existen, como mínimo, cientos de ellas, además de las nuevas que van apareciendo continuamente (hoy hay incluso servicios que te permiten crear la tuya propia sin tener ni idea de programación).
Y así llegaron Namecoin, Litecoin, Bytecoin, Peercoin, Freicoin, Feathercoin, Dogecoin, Darkcoin y mogollón más... Y no, no todas acaban en "coin". También surgieron Ripple, BitsharesX, Spots, Bitbar, Bitgem, Doubloons, Diamonds, Emeralds, Quark, Bottlecaps, Monero y muchas más...
Si quieres explorarlas un poco y ver muchas de ellas desplegarse ante ti en toda su belleza, puedes hacerlo aquí.
Casos curiosos son el de las Auroracoins, creadas en Islandia para sus habitantes, ante la crítica situación económica del país y las restricciones económicas del gobierno, o el de las Dogecoins que, entre otra hazañas y proyectos solidarios, permitieron a la selección jamaicana de bobsleigh (esos trineos que se deslizan a toda velocidad por "tubos" de hielo) ir a los juegos olímpicos de Sochi.
¡Ah! Y en lo referente a España ya hace tiempo que tenemos la Spaincoin (si eres ciudadano español puedes pedir las tuyas con tu DNI electrónico) y, agárrense, la Pesetacoin.
Hay gente a la que no le agrada que existan tantas criptodivisas, e incluso teorías que afirman que todas (o la mayoría) acabarán cayendo pronto. Otras personas no opinan así, especialmente cuando se habla de monedas que aportan algo nuevo.
A nosotros personalmente nos encanta que haya tantas, porque nos da la oportunidad de "jugar" con ellas, tratando de comprar y vender en los momentos adecuados, y eso nos permite, por un lado, aprender a comerciar con divisas (lo que se conoce como trading), y por otro obtener algunos ingresos que son como el aire fresco en estos duros tiempos de asfixiante crisis (y sí, seremos unos "sucios especuladores", pero al menos nuestra especulación no afecta al precio de las lechugas). De cómo hacer todo eso hablaremos próximamente en este blog.
La realidad del hoy por hoy, guste o no, es que las altcoins están ahí y forman parte fundamental de la realidad criptoeconómica. Y de ellas, y todo lo que con ellas tenga que ver, iremos hablando en esta sección.
minerri
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